En muchos sistemas educativos, la teoría de la evolución es el único modelo de pensamiento autorizado para explicar del origen de la vida. Después de todo es, supuestamente, la explicación científica. La ciencia se basa en los hechos y presenta la realidad, por lo que garantiza la máxima objetividad y sus resultados tienen que ser ciertos. Esta es la creencia de muchos, por lo que les parece insensato creer en Dios.
En este librito tan corto no podemos analizar hasta los últimos detalles la controversia entre creer en la evolución y tener fe en un Dios creador. Lo que queremos es presentar cómo funciona la ciencia, reconocer sus logros, discutir sus interpretaciones y mostrar sus límites. Invitamos al lector a aceptar el reto de cuestionar la opinión popular y pensar con un poco más de profundidad.